11 de febrero de 2012

Hola, vengo a escribir. (simple confesión)

Hace tanto que no publico entradas en este blog, como en ningún lado. La desaparición mía de Internet, debo admitir, causó algo, una especie de represión dentro de mi. Es que sentía que nadie me podía leer cuando escribía en papel, aunque es hermoso escribir con la pluma; que causa la sensación extraordinaria, como todas aquellas cosas que las hacemos unos mismos, causa orgullo, placer, gratificación. La diferencia era que, el papel solo se quedaba arriba del escritorio, o abajo de la cama, debido a que no tenía a quien mostrárselo, ni donde publicarlo.
 Ahora me siento rara leyendo mis antiguas publicaciones... no sé, siento que me avergüenzan. De todas maneras, estuve escribiendo un libro, que lo empecé en septiembre de 2.010, cuando un terrible dolor no se apiadó de mi e hizo que mis lágrimas y penas las pasara a un libro muy poco triste, o quizás algo o nada. La cuestión es que empecé ese libro y jamás lo terminé, hace un año que no toco la pluma y quiero empezar a sentir las gotas de tinta dibujando laberintos de letras y confusiones.
 Invito a quien sea a leer esto, espero terminar mi librito, algún día, algún día.
 



Espinaca.