31 de julio de 2010

María entre los colores y el universo.

María se esfuma entre los colores, mirando los rostros de su vida.
María se acuerda de aquella vez que soñó con un primer beso y la primera vez que llegó a concretarlo.
María recuerda la primera vez que lloró por amor.
María se pasea entre los recuerdos más satisfactorios de su corta y larga vida.
María, se asoma y mira tras la puerta que la espera. Deseando poder entrar, pero quiere salir después.
María se pregunta por qué está perdiendo la memoria.
María sueña con ser madre viva.
María sueña con dejar huella en sus hijos.
María sueña... sueña... sueña.
María percata que nunca podrá regresar.
María se apena de las cosas que no pudo hacer.
María se alegra de las mejores virtudes de su vida.
María se opone a dejar y lucha contra lo que no se puede luchar.
María se hace fuerte y tenaz.
María dice que "hoy no".
María se juega la última carta.
María, no se rinde.
 Sobre el costado de María se encuentra un papel "El límite es la vida" y por el otro papel de su otro costado "El límite se termina". Ella quiere los colores y el universo. Ella quiere vivir. Ella lucha.

La habitación se llena de personas. Suena el teléfono de su casa, sus camaradas se enteran de lo sucedido.
María cierra los ojos y se dirige hacia el color más nostálgico.
María se asoma y deja de respirar.

30 de julio de 2010

"Pero es distinto." Algo que escribí un mes y medio después de cumplir quince años.

No es una historia, es un pensamiento.
Será que cuando me voy a comprar ropa, necesitaré un consejo. Las revistas absurdas, torpes, y materiales no me los dan como vos me lo darías o quizás sí, pero es distinto.



Las fiestas católicas que celebramos como Navidad, Pascuas... y otras no son las mismas desde que te fuiste. El amor que me pueda brindar cualquiera que intente reemplazarte nunca me llenará, o me llenará superficialmente, pero estaré vacía por dentro. Pero es distinto.


Las vacaciones, las disfruto igual, porque es parte de lo que me enseñaste, y no disfrutar sería deshonrarte. Pero es distinto.


Y los cumpleaños, eso es lo más indistinto que hay y que hubo desde que te fuiste. Porque cuando cumplo años siempre pienso, ¿cómo sería un cumpleaños si estuvieses presente físicamente? en persona, pudiéndote tocarte, abrazarte, besarte, hablarte, o simplemente decirte "Mami te amo mucho". Sé que estás presente. Pero es distinto.


Cuando voy a un médico, es diferente. Es distinto que te lleve una persona que te conoce, que te tiene paciencia, que te espera, que es madre. Una verdadera madre. Tal vez te acostumbres. Pero es distinto.


Cuando necesite un consejo, que se trate de esos que no te atreves a preguntarles a tus amigas porque es muy íntimo, o porque no pueden responderlo (cosa que dudo, pues los amigos de verdad es lo más lindo que uno pueda tener y siempre dan consejos hermosos), a quién acudiré, a quién pediré consejos íntimos que solo le preguntan las hijas a las madres... Acudiré a alquien. Pero es distinto.


A quién le pediré consejos cuando tenga lo más lindo de la vida, ¡¿y qué puede ser más lindo que dar vida?! a quién se los pediré, a quién le diré que me explique cómo cuidar un bebé. ¿Será innato?... no sé cómo será. Pero será distinto.